El número 88 reúne símbolos que invitan a la introspección, la atención a los detalles y la claridad en nuestras acciones. Los espejuelos representan la capacidad de ver con mayor precisión, de observar lo que antes pasaba desapercibido y de analizar las situaciones desde una perspectiva más clara y enfocada.
| espejuelos | vaso | aduanero |
| gusano | hojas |
El gusano, con su lento avanzar y su constante transformación, evoca paciencia, adaptabilidad y la idea de que los pequeños pasos pueden conducir a grandes cambios. El vaso simboliza la receptividad y nuestra disposición para llenarnos de nuevas ideas o emociones, recordándonos que siempre debemos estar abiertos a lo que la vida nos ofrece.
Las hojas, que cambian con las estaciones, representan ciclos, renovación y la conexión con la naturaleza y sus ritmos. Finalmente, el aduanero sugiere la necesidad de evaluar cuidadosamente lo que permitimos entrar o salir de nuestra vida, ya sea en forma de personas, ideas o emociones. Este número nos llama a reflexionar sobre cómo vemos el mundo, a valorar los pequeños cambios y a ser selectivos con aquello que dejamos influir en nuestro camino.
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